Título: El Robinsón suizo
Autor: Johann Wyss
Título original: Der Schweizerische Robinson
Editorial: Euroliber
Fecha de publicación: 1812
Páginas: 256
Mi puntuación: ★★★☆☆
Sinopsis:
Una familia suiza viaja en un barco que naufraga en alta mar, la familia consigue salvarse y llegar a una isla. Además logran salvar algunos animales, herramientas y comida. La historia trata sobre las aventuras que corren para sobrevivir.
Una familia suiza viaja en un barco que naufraga en alta mar, la familia consigue salvarse y llegar a una isla. Además logran salvar algunos animales, herramientas y comida. La historia trata sobre las aventuras que corren para sobrevivir.
Opinión personal:
Con sensaciones encontradas, así me deja este libro.
Por una parte, reconozco que una pizca de responsabilidad de mi desgana con él la tiene la edición del ejemplar que yo tengo, que me dificultaba su lectura a más no poder debido al tamaño minúsculo de la letra.
El Robinsón suizo no deja de ser ameno, se hace entretenido por partes, aunque tiende a ser parado, descriptivo y muy detallado.
Por otra parte, me costó horrores conectar con los protagonistas, les sentía tan pagados de sí mismos, tan irreales, tan "heroizados" que me echaban para atrás. La historia, narrada en primera persona por el padre de familia, es en sí misma un cúmulo de sucesos a los que siempre es capaz de sobreponerse a base de ingenio y perspicacia (será pariente de MacGyver, no lo descarto).
Llega un punto en el que resulta chocante y poco creíble que lo sepan todo, siempre. No me resulta verosímil que niños de 10-12 años reconozcan a cualquier animal que se les eche a la cara. Y se les echan muchos y muy raros (el carpincho por ejemplo). Y lo mismo con las plantas, las semillas, las frutas... daba la sensación que el padre lo sabía todo de todo. Si había una especie que solo existía en lo más profundo de la India, y daban con ella en la isla, el padre conocía hasta la más pequeña de sus propiedades. Exasperante en ese sentido.
En este mismo hilo de cosas... No podía con la redundancia de: vamos de expedición, encontramos un animal, lo matamos, nos reciben como si no hubiese un mañana... vamos de expedición, encontramos un animal, lo matamos, nos reciben como si no hubiese un mañana... y así en bucle en muchos de sus capítulos. Y es que el libro no deja de ser un resumen pormenorizado de todo lo que le sucede a esta familia desde que naufragan. Pero es todo tan color de rosa, parece que todo les resulta tan sencillo, fácil,asequible... que no empaticé nada con ninguno.
Por no hablar de la isla, porque tiene mérito que fueran a naufragar frente a unas costas donde excepto pingüinos parecía haber de todo, tanto flora como fauna. Y si en un capítulo echan en falta cualquier cosa, digamos algodón, en vente o treinta páginas dan con plantas de algodón. Lo normal...
Y para terminar con mis dolorososas críticas no quiero dejar pasar la ocasión para mostrar el reflejo que en algunos de estos libros "añejos" se da de la mujer, que entiendo que es una época diferente y así lo asumo, pero no deja de resultarme menos digno de apunte por ello, ni menos exasperante de leer:
Ya no es solo que la mujer se deslome ella sola, sino que además lo de respetable tarea lo ponen tal que así, en cursiva, como si todo su trabajo fuese respetable pero solo de aquella manera y no realmente. Insisto, asumo que eran otros tiempos con otra mentalidad respecto a las responsabilidades de mujeres y hombres, pero eso no quita con que dichas responsabilidades merezcan igual respeto. Ahora y entonces.
Otra perlita. Y aún podría poner más ejemplos como el frenesí que espera el marido de su mujer cuando le lleva loza de cocina hecha con unas calabazas secas, ¡pero cómo no se va a emocionar! A mí mi novio me trae un plato hecho de un fruto seco y entro en estado de éxtasis. Claro que sí.
En fin, que si no le doy el suficiente pelado (las 2/5 estrellas) es porque me da apuro porque no deja de ser un señor mayor en forma de libro. Y los señores mayores, llamémosles clásicos, me imponen respetito. Pero vamos, que dista mucho de ser de las mejores lecturas. Al menos para mí. Lo que no quita que a otra persona le pueda fascinar todo lo que a mí no consiguió hacerlo. Así que tampoco quiero desmoralizar a nadie a la hora de leerlo. Dejémoslo en que no fue lo que yo esperaba.
Por una parte, reconozco que una pizca de responsabilidad de mi desgana con él la tiene la edición del ejemplar que yo tengo, que me dificultaba su lectura a más no poder debido al tamaño minúsculo de la letra.
El Robinsón suizo no deja de ser ameno, se hace entretenido por partes, aunque tiende a ser parado, descriptivo y muy detallado.
Por otra parte, me costó horrores conectar con los protagonistas, les sentía tan pagados de sí mismos, tan irreales, tan "heroizados" que me echaban para atrás. La historia, narrada en primera persona por el padre de familia, es en sí misma un cúmulo de sucesos a los que siempre es capaz de sobreponerse a base de ingenio y perspicacia (será pariente de MacGyver, no lo descarto).
Llega un punto en el que resulta chocante y poco creíble que lo sepan todo, siempre. No me resulta verosímil que niños de 10-12 años reconozcan a cualquier animal que se les eche a la cara. Y se les echan muchos y muy raros (el carpincho por ejemplo). Y lo mismo con las plantas, las semillas, las frutas... daba la sensación que el padre lo sabía todo de todo. Si había una especie que solo existía en lo más profundo de la India, y daban con ella en la isla, el padre conocía hasta la más pequeña de sus propiedades. Exasperante en ese sentido.
En este mismo hilo de cosas... No podía con la redundancia de: vamos de expedición, encontramos un animal, lo matamos, nos reciben como si no hubiese un mañana... vamos de expedición, encontramos un animal, lo matamos, nos reciben como si no hubiese un mañana... y así en bucle en muchos de sus capítulos. Y es que el libro no deja de ser un resumen pormenorizado de todo lo que le sucede a esta familia desde que naufragan. Pero es todo tan color de rosa, parece que todo les resulta tan sencillo, fácil,asequible... que no empaticé nada con ninguno.
Por no hablar de la isla, porque tiene mérito que fueran a naufragar frente a unas costas donde excepto pingüinos parecía haber de todo, tanto flora como fauna. Y si en un capítulo echan en falta cualquier cosa, digamos algodón, en vente o treinta páginas dan con plantas de algodón. Lo normal...
Y para terminar con mis dolorososas críticas no quiero dejar pasar la ocasión para mostrar el reflejo que en algunos de estos libros "añejos" se da de la mujer, que entiendo que es una época diferente y así lo asumo, pero no deja de resultarme menos digno de apunte por ello, ni menos exasperante de leer:
"El primer cuidado de mi esposa fue abrir las ventanas de nuestra casa, quitar el polvo, limpiar, barrer, fregar con tal afán, que, embebecida en aquella respetable tarea, apenas pensó en darnos de comer".
Ya no es solo que la mujer se deslome ella sola, sino que además lo de respetable tarea lo ponen tal que así, en cursiva, como si todo su trabajo fuese respetable pero solo de aquella manera y no realmente. Insisto, asumo que eran otros tiempos con otra mentalidad respecto a las responsabilidades de mujeres y hombres, pero eso no quita con que dichas responsabilidades merezcan igual respeto. Ahora y entonces.
"...llevándola a visitar la cocina, que, para una mujer, es la habitación más importante de una casa".
Otra perlita. Y aún podría poner más ejemplos como el frenesí que espera el marido de su mujer cuando le lleva loza de cocina hecha con unas calabazas secas, ¡pero cómo no se va a emocionar! A mí mi novio me trae un plato hecho de un fruto seco y entro en estado de éxtasis. Claro que sí.
En fin, que si no le doy el suficiente pelado (las 2/5 estrellas) es porque me da apuro porque no deja de ser un señor mayor en forma de libro. Y los señores mayores, llamémosles clásicos, me imponen respetito. Pero vamos, que dista mucho de ser de las mejores lecturas. Al menos para mí. Lo que no quita que a otra persona le pueda fascinar todo lo que a mí no consiguió hacerlo. Así que tampoco quiero desmoralizar a nadie a la hora de leerlo. Dejémoslo en que no fue lo que yo esperaba.
★★★☆☆
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