Si el amor es una isla - Esther Sanz
Esther Sanz nos traslada a la isla de Sark, en el Canal de la Mancha, y a un hotel en el que parece que el tiempo se ha detenido. Ése será el destino de Luisa, una joven que, para hacer frente a las facturas médicas de su padre, aceptará un trabajo lejos de su casa por un período no inferior a un año y a cambio de un sueldo que se ve incapaz de rechazar.
La isla y sus residentes parecen vivir al margen del resto del mundo y son muchos los habitantes que parecen tener un carácter un poco particular. Especial interés despertará en la joven la figura del amo: Patrick Groen, de quien muchos hablan y no siempre bien.
La curiosidad de Luisa la llevará a tantear los límites de lo permitido dentro del hotel exponiéndola a castigos laborales y a altos riesgos sentimentales.
La historia, contada en primera persona por la joven, se hace algo predecible en algunos puntos de la trama: la relación entre Patrick y Jim, o el pasado de Elizabeth, por ejemplo.
Dentro de la subtrama romántica, la relación entre Patrick y Luisa se me hizo muy dulce aunque debo reconocer que no terminó de encandilarme del todo. Quizá debido a que me parecía todo demasiado direccionado desde el principio y me faltaron la sorpresa o el enganche deseados.
La ambientación me gustó mucho desde el comienzo pero sentí que podría haber estado mejor aprovechada, tanto en lo referente al hotel en sí mismo, como fuera de sus muros. Esther Sanz consigue transmitir la personalidad de la isla y dotarla de una imagen muy característica de misterio, de aislamiento, de secretos, de ser en sí misma un mundo aparte... pero sin renunciar a sus bellos rincones. Y reconozco que me encandiló, pero me habría gustado que hubiese profundizado más.
Y lo mismo puedo decir de la trama. Creo que había condimentos suficientes para haberle sacado algo más de chicha. Por ese motivo valoro muy positivamente lo entretenido de la historia y la ambientación del paraje en sí, pero poco más.
★★★☆☆
Cruzando los límites - María Martínez
En esta ocasión nos encontramos con una historia focalizada en los personajes de Savannah y Caleb, dos protagonistas totalmente contrapuestos en lo que a sus orígenes se refiere.
La historia nos introduce primero en el pasado de Caleb. Un adolescente que, harto de los abusos de su padre, un día dice basta y termina enfrentándose a él. No sin consecuencias.
Después de cumplir un tiempo en un reformatorio, Caleb decide no regresar a Port Pleasant y a su pasado, sino que se marcha a vivir con su tío a Santa Fe. Sin embargo, un hecho fatal le obligará a volver a casa y a enfrentarse a sus fantasmas: su hermano pequeño ha muerto.