Título: Un taxi a la felicidad
Autor: Baptiste Beaulieu
Editorial: Grijalbo
Fecha de publicación: 2015 (2016 en España)
Páginas: 288
Mi puntuación:★★★☆☆
Sinopsis:
Siete días, ni uno más ni uno menos. Este es el tiempo que un médico alicaído, que ha perdido toda la ilusión por la vida, concede a una excéntrica taxista para que le demuestre por qué vale la pena vivir. Para ello esta pintoresca anciana, fumadora empedernida y vestida de gala al volante de su taxi, lo someterá a las pruebas más estrambóticas hasta convencerlo de que, de la vida, no hay que apearse nunca antes de tiempo.
Opinión personal:
Un taxi a la felicidad nos presenta a un médico saliendo de su casa y a una anciana taxista que se encuentra parada justo frente a dicha vivienda. Esta mujer, de nombre Sarah, parece haber descubierto las intenciones suicidas del hombre y, después de un cruce de palabras, entre ambos personajes queda establecido una especie de acuerdo según el cual el médico accede a esperar siete días antes de llevar a término la decisión que ha tomado de acabar con todo.
Durante siete días la simpática anciana contará con un breve margen de tiempo para convencer a Mark, así decide llamarlo ella, de que no se mate. Aunque él parece bastante convencido, sobre todo después de que su mujer se haya ido. Ahora cree que no hay nada en el mundo por lo que merezca la pena seguir viviendo. Y esa será la responsabilidad de Sarah: demostrarle al afligido médico que se equivoca.
El libro, estructurado en función de los días que restan hasta la fecha límite, consta de una particularidad en la numeración de las páginas y es que éstas, en lugar de seguir un orden ascendente, lo hacen en orden descendente. Es decir, como si se tratase de una cuenta atrás, siendo la página uno la última del libro. Este detalle no solo me sorprendió sino que además me pareció muy apropiado y acorde con la historia.
Entre los capítulos del presente se entrelazan pequeños flashcacks al pasado del médico para ayudarnos a conocerlo mejor y que nos hagamos una idea de cómo llegó a ese punto de rendición con la vida. Reconozco que los capítulos centrados en sus recuerdos como médico, sobre todo en sus inicios, han sido mis favoritos. En ellos descubrimos su sensibilidad y generosidad con tantos y tantos pacientes que se encuentran atravesando momentos muy difíciles debido a diversas enfermedades y, ahí a su lado, esta esa imagen del médico joven que un día fue y que tantas ganas de vivir desprendía.
Cuando el libro entra en materia y la trama empieza a estar un poco más desarrollada, comenzamos a saber un poco más sobre la mujer del médico, la que le dejó solo y hundido. Y ahí, en ese punto, el peso de la historia gana unos cuantos kilogramos y resulta mucho más sencillo comprender al hombre recién bautizado Mark.
No me ha parecido un libro con el que darse un atracón de lectura sino de los que merece la pena ir leyendo despacio, aprendiendo de los días y las enseñanzas que van regalándonos los dos protagonistas.
Destacaría el buen humor y el punto de locura que aporta a la vida el personaje de Sarah y, con ello, en todo lo que acaba convirtiendo a su Teddy Bear, mientras le cuenta historias sobre sus muchas y habilidosas tías.
Es un libro muy diferente a lo que suelo leer y ha sido una experiencia gratamente satisfactoria. Quizá diría que es una historia que va de menos a más con un final muy enriquecedor y con varios descubrimientos sorprendentes y emotivos que le dan otra perspectiva a la casualidad que hizo que los caminos del médico y los de Sarah se cruzasen.
Cuando en tu vida sientas que es imposible seguir hacia delante, no difícil o improbable, sino imposible... párate, vacíate los bolsillos y empieza una nueva vida. Como si acabases de volver a nacer. Ése es uno de los mensajes principales con el que me quedaría después de esta lectura.
★★★☆☆
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