miércoles, 18 de mayo de 2016

Reseña - "Puerto escondido" de María Oruña

Título: Puerto escondido
Autor: María Oruña
Editorial: Destino (mi edición es de Círculo de Lectores)
Fecha de publicación: 2015
Páginas: 430
Mi puntuación:
Bien-Notable

Sinopsis: 
¿Dónde se encuentra el escondite perfecto, el bastión intocable donde respirar la calma absoluta y el abandono de todo lo que impone la edad, el entorno y el tiempo?
¿Hacia donde habrá que dirigirse para encontrar ese refugio donde atesoramos, sin saberlo, la más pura felicidad? Sólo siguiendo el curso de la marea se esquiva el miedo.
"Desde el mismo momento en que había decidido tirar los tabiques silenciosos del sótano de Villa Marina, Oliver, sin saberlo, había abierto la puerta al precipicio del miedo, de la muerte y del vértigo".
Oliver, un joven londinense con una peculiar situación familiar y una triste pérdida, hereda una casona colonial, Villa Marina, a pie de playa en el pueblecito costero de Suances, en Cantabria. Durante las obras de remodelación se descubre, en el sótano, el cadáver emparedado de un bebé, al que acompaña un objeto que resulta completamente anacrónico. Tras este descubrimiento comienzan a sucederse, de forma vertiginosa, diversos asesinatos en distintas ciudades de Cantabria -Suances, Santillana del Mar, Santander, Comillas-, que, unidos a los insólitos resultados forenses de las víctimas, ponen en jaque a la Sección de Investigación de la Guardia Civil y al propio Oliver, que iniciará un denso viaje personal y una carrera a contrarreloj para descubrir al asesino.

Opinión personal:
En menos de un mes, y sin proponérmelo, ya son dos las lecturas realizadas con firma femenina made in Vigo. Así que he ahí mi primera satisfacción a reflejar en esta reseña. Superflua, sí. Pero potente. Porque así como Puerto escondido nos muestra el poder y la fuerza de la sangre, como lectora me gusta dejar patente mi gozo al leer el poder y la fuerza de las palabras de autores de mi preciosa ciudad olívica. 

Aunque si aquí hay una tierra a la que se le rinde hermoso homenaje con sus ciudades, pueblos y paisajes es a Cantabria. Y se hace de una forma tan justamente descriptiva como narrativamente evocadora, hasta el punto que yo, viguesísima que no ha puesto nunca un pie en Cantabria, me imagino cada curva del camino y hasta el tono verde de los prados con la nostalgia del que no sólo ha conocido esa tierra, sino que hasta ha llegado a extrañarla.

María Oruña nos presenta a un joven, Oliver Gordon, a punto de comenzar una nueva vida en Suances, lugar donde su madre le dejó en herencia una casona. En plenas reformas de dicha vivienda los obreros descubren en el sótano el cadáver de un bebé y, a partir de ahí, se desencadenan una  serie de acontecimientos imprevisibles y descontrolados que no sólo volverán locos a los investigadores de la Guardia Civil sino que tambalearán el pasado y harán que salgan a la luz secretos que hasta entonces se mantuvieron tan sepultados como el diminuto cadáver encontrado en Villa Marina.

A la par que la narración nos va involucrando en el desarrollo de la investigación policial, los capítulos se intercalan con entradas de un diario de cuyo autor desconocemos su identidad hasta el desenlace de la novela. En ese diario se nos remonta al verano de 1936 y se nos va relatando la vida de Jana, una niña de apenas ocho años que, junto a su familia, deberá afrontar las vicisitudes de la Guerra Civil y sus consecuencias. Iremos viendo crecer a Jana, sobreviviendo a esos años de miedo y hambre, la veremos adentrarse en los terrenos del amor, madurar y ser testigo protagónico de los acontecimientos que llevarán a que, en la actualidad, el descubrimiento del bebé en Villa Marina irrumpa como un ciclón cargado de secretos y mentiras.

Mientras el pasado se nos va desvelando de a poquito; en la actualidad, también la investigación policial irá siguiendo su curso por distintas sendas.  El equipo de la Guardia Civil encargado del caso, dirigido por Valentina Redondo, irá sondeando los distintos frentes en busca de información.

Uno de los aspectos que más me han gustado (y esto me lo piden los ovarios que lo deje aquí reflejado) es la fuerza y el peso que tienen las mujeres en esta historia. No porque la jefa encargada de la investigación sea una mujer, no. Eso es una nadería en comparación con la fuerza que destilan personajes como Jana o Clara. Incluso la propia Valentina, mucho más allá de su cargo. Cuando hablo de "fuerza" no me refiero a que tengan un férreo carácter sino a que son personajes muy bien ahondados, con sus luces y sus sombras, con su poder de decisión, con su relevancia en el devenir de las cosas, con sus pasos firmes y voluntad de hierro a la hora de luchar por un futuro mejor. Entiéndase aquí lo que cada personaje pueda concebir por ello, de forma más acertada o errada.

Si es cierto que los personajes masculinos me han gustado, a los femeninos habría que dedicarles una oda, directamente.

La narración de María Oruña y su forma de ir introduciendo detalles para mantener al lector enganchado y con la sensación de que constantemente están sucediendo cosas contribuye a que la novela se lea prácticamente sola. Me confieso una fan, no desmedida, pero sí fan, de los libros de Camilla Läckberg y, aunque las comparaciones son tan odiosas que no quiero establecer ninguna, sí que me tienta comentar en esta reseña que el modo de la autora de ir desvelándonos la verdad escondida me ha recordado a la escritora sueca. Repito, las comparaciones son odiosas, no quiero decir en ningún caso que sean lo mismo. No. Simplemente que mientras leía Puerto escondido, tuve recuerdos de los casos de Fjällback, pero puede deberse (y seguramente se deba) a algo muy subjetivo. Lo que sí puedo asegurar es que, con ambos universos, he disfrutado muchísimo.

¿Qué no me ha gustado?
Me cuesta un poco encontrar algo en concreto porque he disfrutado mucho esta novela pero diría que la relación personal, que no profesional, entre Oliver y Valentina. Se me hizo un poco forzada.

¿Qué es lo que más me ha gustado?
Toda la historia del diario, ese viaje al pasado que podría suponer perfectamente un libro en sí mismo, me enamoró.
El ritmo de la investigación. Muy ágil.
Que se dé a entender en las últimas dos páginas que algo se quedó pendiente y que nos volveremos a encontrar con los personajes.

★★★★

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