Autor: Chiara Gamberale
Editorial: Círculo de Lectores
Fecha de publicación: 2010 (2012 en España)
Páginas: 471
Mi puntuación:★★★☆☆
Sinopsis:
Maria, una mujer libre y carismática, es la administradora del 315 de Grotta Perfetta, en Roma. Cuando muere repentinamente, deja una hija de seis años; y deja también una carta. La niña se llama Mandorla—Almendra—, y ya sólo su nombre encierra todo el encanto y el absurdo del que será su destino, ya que Maria ha dejado escrito que el verdadero padre de Mandorla es uno de los hombres que vive en el edificio. Tras una asamblea de vecinos en la que nadie confiesa su paternidad, deciden criar a la niña entre todos.
Opinión personal:
La trama no es compleja ni revirada, no es desde esa perspectiva desde donde cautivará al lector. Es mucho más básica pero también sorprendente, aunque parezca contradictorio. Y es que nos presenta a los inquilinos del edificio en un momento muy particular y surrealista al ser conocedores de que la hija huérfana que dejó Maria es también hija de uno de los hombres que viven en uno de esos pisos. Y, cuando tenemos por un lado a una mujer soltera de cierta edad y a cuatro parejas relativamente bien avenidas es fácil que los resultados de la prueba de ADN terminen con la paz y la armonía de uno de esos hogares. Así que, en un momento muy propio del vecindario de La que se avecina, deciden no hacer las pruebas de paternidad y que todos los hombres y todas las mujeres del bloque sean padres y madres para Mandorla.
Determinadas situaciones en las que algún personaje parecía recién salido de Aquí no hay quien viva o La que se avecina.
Lo ameno de la historia.
Sinopsis:
Maria, una mujer libre y carismática, es la administradora del 315 de Grotta Perfetta, en Roma. Cuando muere repentinamente, deja una hija de seis años; y deja también una carta. La niña se llama Mandorla—Almendra—, y ya sólo su nombre encierra todo el encanto y el absurdo del que será su destino, ya que Maria ha dejado escrito que el verdadero padre de Mandorla es uno de los hombres que vive en el edificio. Tras una asamblea de vecinos en la que nadie confiesa su paternidad, deciden criar a la niña entre todos.
Opinión personal:
Recuerdo que cuando en su día escogí este libro en el pedido de Círculo de Lectores me llamó la atención la idea de una novela en la que una niña era criada por todos los vecinos de un edificio. Me apetecía leer algo diferente y el libro se vino a casa.
He tardado unos cuantos meses en ponerme con él pero en cuanto lo empecé me duró cosa de un par de días. La peculiar historia de Mandorla, huérfana de seis años y criada por todos sus vecinos, me pareció muy amena y entretenida.
Así las cosas, la niña irá creciendo entre las mudanzas de un piso a otro. Viviendo una etapa de su vida con cada familia del edificio y dándonoslos a conocer a todos ellos con sus inseguridades, errores y aciertos. Mandorla será testigo y protagonista de algunos de los secretos del edificio y así irá madurando hasta llegar a la situación límite desde la que nos relata cómo fue su infancia en el 315 de Grotta Perfetta.
Mi puntuación no ha sido superior a un Bien porque, si bien es cierto que es un libro que se me hizo muy ameno y entretenido, también lo es que la historia no da más de sí. No es un memorable por los siglos de los siglos. Pero sí una buena lectura para pasar el rato y desconectar con unos personajes carismáticos y muy diferentes entre sí.
¿Qué no me ha gustado?
En determinados momentos Mandorla se me hacía excesivamente madura para su edad. Con comportamientos, pensamientos y razonamientos que no me cuadraban en una niña pequeña.
La resolución de quién es el padre biológico de Mandorla.
La resolución de quién es el padre biológico de Mandorla.
¿Qué es lo que más me ha gustado?
La pluralidad de personajes.Determinadas situaciones en las que algún personaje parecía recién salido de Aquí no hay quien viva o La que se avecina.
Lo ameno de la historia.
★★★☆☆
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